domingo, 20 de abril de 2008

Solo recuerda el pasado

En el pasado, hace 34 años, tú no nacías, pero tus padres tenían tu edad. Hace 34 años, los derechos de la libertad política se acabaron. Hace 34 años, a tus padres se les quitó el derecho a la democracia y hace 34 años que la libertad social se acabó. Pasaron los años. El pasado se teñía de sangre y dolor ajeno. La pena y la melancolía no se comparaban con la desesperación y el llanto de una mujer sin marido y sin hijos. Lucifer, vestido de soldado, inyectó su breve, pero mortal dosis neoliberal. El resultado y las consecuencias siguen a la vista de muchos: el cerdo come hasta reventar y el kiltro famélico sólo mira hacia la cota mil, esperando su escaso chorreo monetario de alimento (mil perdones a las provincias que alimentan una capital mórbida por el consumo). 

 Hace 27 años atrás, empezó a brillar una pequeña luz, la gente quería retirar a Lucifer vestido de soldado y con piernas de cerdo. Tus padres allí estuvieron, pues finalmente consiguieron el derecho de tu libertad y democracia. Tu derecho a decir sí o no; ¿pero tú que has hecho con todo eso? Tu libertad es libertinaje, tu democracia es sólo el sufragio. Hablas orgullosamente de tu generación, porque tus padres soltaron al perro que hay en ti, ese que se mata con las herramientas del cerdo empresarial, mal llamado emprendedor. Te callan la boca con el veneno de la cebada y otras huevadas más, hasta dejar tu cuerpo como una piltrafa. 

 Jaimito Guzmán, lo hiciste tan bien, no sabes cuánto te odio, pero más odio al FPMR, porque te transformó en un mártir. Ya casi eres una figurita santa de $500 para esa “centro derecha popular”. Jaime, eres un mártir austrolibertario, quemándose en el infierno 

 ¿Por qué no hay cambios? Una generación perdida en un nihilismo llamado indiferencia, ahí está la respuesta. Se generó una casa, con una familia aislada, donde cada uno piensa por sí mismo. Es la ley del más fuerte, llamada higiénicamente como Libertad de Iniciativas. 

Puta vida, puto Chile y puto futuro.